Increíble experiencia! Los anfitriones son amables y te hacen sentir como en casa. La chimenea y las estrellas son mágicas. La sopa es deliciosa. ¡Perfecto para desconectar y disfrutar! ✨

El lugar es perfecto para aquellos que buscan tranquilidad y desconexión. La chimenea crea un ambiente acogedor y María, la anfitriona, es encantadora. Además, nos preparó una deliciosa sopa y nos contó interesantes historias sobre Monchique y sus alrededores. No podemos dejar de mencionar las hermosas estrellas que se pueden ver desde el exterior. Definitivamente, un lugar para disfrutar y relajarse.

Me sentí muy a gusto, no tengo ninguna queja en absoluto.

La ubicación del hotel es perfecta, ya que está cerca de varias ciudades y permite explorar la zona fácilmente. Además, el entorno es muy tranquilo y perfecto para desconectar. Por otro lado, la amabilidad del personal es destacable, siempre dispuestos a ayudar y brindar información sobre los lugares de interés cercanos.

El acceso al hotel es complicado, con una escalera empinada y sin iluminación, lo cual dificulta subir con el equipaje, especialmente por la noche. Además, las instalaciones del hotel están en un estado regular, especialmente la ducha, las camas y el mobiliario del apartamento, que parecen más viejos que rústicos.

Me encantó el caminito hasta llegar a la casita rural. El contacto con la naturaleza al 100%!! La decoración interior de piedra y los detalles de cada rincón fueron excelentes. Todo daba una sensación como si estuvieras dentro de un cuento. concretamente el de los 3 cerditos. Todo muy limpio y la responsable del alojamiento nos trató muy bien e informó de cosas para visitar en los alrededores. Si vuelvo por la zona, seguro repetiría sin pensarlo. Fue nuestro último día en Portugal, y fue GENIAL, como si se tratara del final del cuento.

La selección de desayunos podría ser mejor.

Uno de los aspectos destacados fue el jardín con su jacuzzi, que era como sumergirse en un baño caliente de sopa de mariscos. ¡Una delicia para relajarse después de un día explorando!

El acceso a la casa podría mejorarse, ya que el cartel indicativo es muy pequeño y fácil de pasar por alto.

Una experiencia increíble en medio de la naturaleza! La casita rural es una verdadera joya, con una acogedora decoración de piedra que te transporta a un cuento de hadas. ¡Impecablemente limpio y con detalles encantadores! El trato de la responsable del alojamiento fue excelente, nos brindó información sobre lugares para visitar en los alrededores. Si volviera a la zona, sin duda repetiría esta mágica experiencia. Una experiencia local auténtica, donde María y su esposo nos recibieron con calidez, compartiendo la historia y cultura de Portugal. La casa es preciosa y con atención a cada detalle. María es una persona fantástica, amable y conversadora, dispuesta a hacerte sentir como en casa. El lugar perfecto para encontrar tranquilidad, con una chimenea que crea un ambiente acogedor. María nos sorprendió con una deliciosa sopa y una agradable velada junto a la chimenea. No te pierdas la oportunidad de admirar las estrellas en este lugar ideal para desconectar y disfrutar.

Ubicación ideal en entorno natural, decoración mágica y acogedora, atención excelente de María y su marido, ideal para escapadas en pareja.

Nada de nada.

Me encantó el entorno natural en el que se encuentra este alojamiento, rodeado de paz y tranquilidad. La decoración de la casa es exquisita, con bellos detalles que crean una atmósfera mágica. Además, la atención de los propietarios fue excepcional, siempre pendientes de nuestras necesidades. Lo que más disfruté fue la opción de cenar en el alojamiento, ya que la dueña es una excelente cocinera. Fue realmente acogedor poder disfrutar de una cena frente a la chimenea, como si estuviéramos en nuestra propia casa.

Un aspecto negativo fue la ubicación del jacuzzi privado en la habitación. Estaba alejado y se podía ver desde el exterior, lo que hizo que no lo disfrutáramos tanto como esperábamos.

Lo mejor de nuestra estancia fue el trato amable y servicial de María, quien nos ayudó a descubrir la belleza de la Sierra y los encantadores pueblos del interior del Algarve. Además, la cama era cómoda y amplia, y las vistas desde el hotel eran simplemente increíbles. La tranquilidad del lugar y el sonido relajante de las chicharras por las noches nos permitieron desconectar por completo. vale la pena destacar la buena atención que recibimos, especialmente de María, ¡quien fue encantadora!

Os recomiendo este fantástico lugar.

Sentí el contacto con la naturaleza al 100%. La decoración de piedra en el interior y los detalles en cada rincón eran excelentes. Me hacían sentir como si estuviera dentro de un cuento, en particular el de los 3 cerditos. Todo estaba muy limpio y la responsable del alojamiento nos trató muy bien, además de informarnos sobre cosas para visitar en los alrededores. Si vuelvo por la zona, definitivamente repetiría sin dudarlo. Fue el final perfecto para nuestro viaje por Portugal.

Por decir algo, la habitación era un poco fría debido a que estábamos en la montaña, aunque había mantas en la cama para mantenernos abrigados.

Siempre vuelvo a este hotel porque siempre me hacen sentir como en casa. La primera vez que me alojé aquí, el personal me ayudó a encontrar algo perdido. Tienen todo lo que necesito: Wi-Fi, estacionamiento, hervidor eléctrico, utensilios de cocina, TV de pantalla plana. Además, es solo para adultos, y tienen un check-in / check-out VIP. tienen áreas para hacer senderismo, cenar al aire libre y hacer picnic. No se permiten mascotas y no se puede fumar en el lugar. ¡Volveré para Navidad!

la casita rural en Monchique superó nuestras expectativas. La anfitriona fue muy amable y atenta, informándonos sobre lugares para visitar en los alrededores. La ubicación entre jardines de plantas aromáticas nos brindó tranquilidad y unas noches estrelladas inolvidables. Fue una experiencia local auténtica en Portugal.

falta ventilación en la casa debido a la ventana grande que da a la montaña. nos generó cierta desconfianza dormir con ella abierta por el fácil acceso.

La ubicación es desafiante, con un camino empinado y sin iluminación, dificultando el acceso a las habitaciones con equipaje. Además, las habitaciones carecen de ventanas y solo se puede obtener ventilación dejando la puerta abierta. El desayuno es original pero decepcionante.

La falta de ventanas en las habitaciones hace que las noches sean incómodas para aquellos que son más temerosos.

Las habitaciones están decoradas con mucho cuidado y tienen mucha luz natural. Me encantó la atención a los detalles y el ambiente romántico.

Aunque a mí me gustó, a algunos huéspedes les puede parecer que la habitación es un poco pequeña.